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“Trans-Regiones”
Los chilenos hemos sido informados que, agotado el fondo de “reserva técnica” y para evitar un alza de las tarifas, el Transantiago, desde ahora se subsidiará con recursos fiscales extraordinarios (no se ha precisado el monto), financiados por todos los contribuyentes, vivan o no en la capital. Es decir, se mantiene la lógica de siempre: las soluciones a los problemas humanos más apremiantes de la capital las tenemos que asumir todos los chilenos. Más allá de sus errores de diseño o puesta en práctica, en su origen la mayoría de estos problemas son consecuencia de políticas públicas e inversiones centralizadoras aplicados durante décadas por gobiernos de diferente signo. Este es el caso, entre otros, de la mayor concentración de los subsidios de vivienda, de la ampliación del radio urbano de Santiago en casi 150 %; de la reconversión inmobiliaria del aeropuerto Cerrillos; de los Megaproyectos del Bicentenario (concentrados en un 70% en la capital, en provincia muchos paralizados); y de la reciente ampliación de Colina en 825 hás. Todo ello significará más de un millón de habitantes adicionales en la capital y los consecuentes adicionales problemas de congestión, contaminación e inseguridad, y de adicionales demandas de servicios básicos, incluyendo el transporte público.
Es por ello que el debate de fondo, más que aclarar si en lo inmediato el Transantiago afecta o no a los recursos comprometidos para las regiones en el presupuesto nacional, debiera centrarse en cuántas inversiones en nuevas oportunidades de desarrollo a lo largo del territorio nacional ya se dejaron y dejarán de hacer como consecuencia de éste y otros subsidios, requeridos para sólo paliar los impactos de las políticas públicas y gastos permanentemente centralizadores.
En consecuencia, para hacer creíble la voluntad descentralizadora y de equidad territorial declarada reiteradamente por nuestros líderes de todo el espectro político, como compensación mínima al subsidio fiscal del Transantiago, debiera crearse, con igual urgencia, un fondo, “Trans-Regiones”, que permita atender las necesidades humanas igualmente apremiantes e impostergables (aún cuando dispersas en votos e impactos mediáticos) de cada una de las regiones, priorizadas por éstas, equivalente al Transantiago, es decir: igual fuente de financiamiento, igual vigencia en el tiempo, igual monto, corregido en proporción al tamaño poblacional (40% Santiago, 60% regiones).
Heinrich von Baer v.L.
Presidente Consejo Nacional para la Regionalización y Descentralización de Chile, CONAREDE
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