Esta vez le correspondió el titulo de campeón de apertura del futbol chileno a Universidad de Chile, logrando con ello su décima tercera estrella. Sin embargo hay algo que flota en el aire, algo como rumor de pasillos, algo que algunos han esbozado en decir, pero que encierra una tremenda realidad, nuestro campeonato es malo e injusto.
Es malo e injusto porque no se mide realmente la verdadera capacidad y calidad de los equipos del balompié nacional, dejándolo supeditado a jugar o planificar bien sólo seis encuentros para ser campeón….da la oportunidad de menospreciar el torneo aplicándose sólo para clasificar entre los que disputaran el título….cumplida esa meta se juega solamente por cumplir, estableciéndose además una tremenda falta de respeto por los otros conjuntos.
Antaño los campeonatos duraban todo el año, se jugaba en dos ruedas y antes de navidad los campeones celebraban…. De pronto algún iluminado propuso el actual sistema de campeonato que termina definiéndose por detalles, por errores o aciertos y no solo de los elencos que disputan los llamados “play-off” sino que también el arbitraje en algunos casos ha sido preponderante.
Es malo e injusto porque aquellas escuadras que no clasifican a instancias finales se ven tremendamente perjudicadas por el receso obligado que ello significa, el campeonato de apertura que recién termina tuvo un receso de dos meses, uno para todos y otro más para aquellos que no habían clasificado. Económicamente a algunos clubes les da un golpe de gracia……..y aun llamamos a nuestro futbol: “profesional”.
He querido hacer esta reflexión, no porque la U fue el campeón, al contrario todos saben mi adherencia como hincha a este maravilloso equipo, es precisamente levantar la voz, sin perder la perspectiva de aquello que sostengo hace mucho tiempo.
BUHOROJO
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario